Firme Perera, que pincha y destellos de Morante
FUENTE: BURLADERO.COM
Cayetano ha logrado salvar, in extremis, una de las corridas más fuertes de la feria de Lima que hasta la salida del sexto toro estaba abocada a un sonoro fracaso por el poco juego de los ejemplares de La Ahumada. El menor de los Rivera ha caído de pie en su debut en Lima, en una tarde que ha supuesto su reaparición tras tres meses en el dique seco a consecuencia de la cogida de Baeza.
El sexto toro fue el de mejor condición de una paupérrima y pobre corrida de La Ahumada, una escalera de toros mansos y complicados. Cayetano salió muy decidido y dispuesto a disipar las dudas que había creado en su primero. La puesta en escena, tanto con el capote como con la muleta, caló mucho en los tendidos de Acho.
El comienzo de faena, de rodillas, comenzó a caldear el ambiente. Pero mucho mejor fueron los trincherazos, pases del desprecio, molinetes y derechazos templados en una labor variada en la que predominó el gusto y el temple. Pese a un pinchazo, le concedieron las dos orejas, pedidas por unanimidad.
El tercero se desplazó más que los dos primeros ejemplares aunque tampoco fue un desecho de virtudes. Cayetano lo recibió con una larga cambiada y se intentó estirar a la verónica. Tardó en cogerle el aire con la muleta pero cuando lo consiguió, el de La Ahumada se partió una pezuña y se vio obligado a abreviar.
Miguel Ángel Perera pudo haber cortado un trofeo al segundo, un toro de mansa condición al que recibió con unos delantales de bella ejecución. El extremeño supo solventar las complicaciones del animal, que se quedaba corto y con querencia a tablas. Por ello, le dejó siempre la muleta muy puesta en el hocico y, tirando de él, pudo arrancar olés con muletazos de buen concepto. Todo lo emborronó con cuatro pinchazos, llegando a escuchar algún que otro pito. No lo pudo redondear con el quinto, otro manso que para más inri se dañó una pezuña en la faena de muleta. No tuvo opción.
Morante de la Puebla se las vio con un primer toro de cómodas hechuras pero que lejos de humillar, lo hizo siempre protestando y tirando gañafones. Sin poder estirarse a la verónica, anduvo técnico y firme con la muleta. A base de poder, logró por momentos hacer romper al toro, con varios muletazos de mérito. Sin embargo, la faena se fue diluyendo por la condición del de La Ahumada. Tampoco anduvo fino con los aceros.
El cuarto fue aún mucho peor. Un auténtico 'regalo', descastado y con muchísimo peligro al que Morante siempre quiso plantarle cara. El sevillano demostró oficio y garra, pero se vio obligado a irse pronto a por la espada. Cuando se disponían a apuntillar al toro, tiró un gañafón y prendió al banderillero Rafael Cuesta, que sufre una posible luxación en el tobillo.
FICHA
3ª de Feria. Casi tres cuartos de plaza.
Toros de La Ahumada, correctos de presentación. Mansos, descastados y de nulo juego en conjunto. 3ª y 5º se partieron una pezuña en la faena de muleta. 6º manejable.
Morante de la Puebla, palmas y silencio.
Miguel Ángel Perera, leves pitos y silencio.
Cayetano, silencio y dos orejas.
FUENTE: BURLADERO.COM
Cayetano ha logrado salvar, in extremis, una de las corridas más fuertes de la feria de Lima que hasta la salida del sexto toro estaba abocada a un sonoro fracaso por el poco juego de los ejemplares de La Ahumada. El menor de los Rivera ha caído de pie en su debut en Lima, en una tarde que ha supuesto su reaparición tras tres meses en el dique seco a consecuencia de la cogida de Baeza.
El sexto toro fue el de mejor condición de una paupérrima y pobre corrida de La Ahumada, una escalera de toros mansos y complicados. Cayetano salió muy decidido y dispuesto a disipar las dudas que había creado en su primero. La puesta en escena, tanto con el capote como con la muleta, caló mucho en los tendidos de Acho.
El comienzo de faena, de rodillas, comenzó a caldear el ambiente. Pero mucho mejor fueron los trincherazos, pases del desprecio, molinetes y derechazos templados en una labor variada en la que predominó el gusto y el temple. Pese a un pinchazo, le concedieron las dos orejas, pedidas por unanimidad.
El tercero se desplazó más que los dos primeros ejemplares aunque tampoco fue un desecho de virtudes. Cayetano lo recibió con una larga cambiada y se intentó estirar a la verónica. Tardó en cogerle el aire con la muleta pero cuando lo consiguió, el de La Ahumada se partió una pezuña y se vio obligado a abreviar.
Miguel Ángel Perera pudo haber cortado un trofeo al segundo, un toro de mansa condición al que recibió con unos delantales de bella ejecución. El extremeño supo solventar las complicaciones del animal, que se quedaba corto y con querencia a tablas. Por ello, le dejó siempre la muleta muy puesta en el hocico y, tirando de él, pudo arrancar olés con muletazos de buen concepto. Todo lo emborronó con cuatro pinchazos, llegando a escuchar algún que otro pito. No lo pudo redondear con el quinto, otro manso que para más inri se dañó una pezuña en la faena de muleta. No tuvo opción.
Morante de la Puebla se las vio con un primer toro de cómodas hechuras pero que lejos de humillar, lo hizo siempre protestando y tirando gañafones. Sin poder estirarse a la verónica, anduvo técnico y firme con la muleta. A base de poder, logró por momentos hacer romper al toro, con varios muletazos de mérito. Sin embargo, la faena se fue diluyendo por la condición del de La Ahumada. Tampoco anduvo fino con los aceros.
El cuarto fue aún mucho peor. Un auténtico 'regalo', descastado y con muchísimo peligro al que Morante siempre quiso plantarle cara. El sevillano demostró oficio y garra, pero se vio obligado a irse pronto a por la espada. Cuando se disponían a apuntillar al toro, tiró un gañafón y prendió al banderillero Rafael Cuesta, que sufre una posible luxación en el tobillo.
FICHA
3ª de Feria. Casi tres cuartos de plaza.
Toros de La Ahumada, correctos de presentación. Mansos, descastados y de nulo juego en conjunto. 3ª y 5º se partieron una pezuña en la faena de muleta. 6º manejable.
Morante de la Puebla, palmas y silencio.
Miguel Ángel Perera, leves pitos y silencio.
Cayetano, silencio y dos orejas.
FOTO: MIGUEL DELGADO VICTORIO
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